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viernes, agosto 19, 2005 

Indignación...

Ayer me puse a hablar con un tío acerca de los inventos. Sí, los inventos que han ayudado o perjudicado a la humanidad. Todo tiene un lado malo y un lado bueno. Creo que debe haber siempre un equilibrio en todo. Pero ciertamente, los inventos, como la dinamita, la energía nuclear, los aviones, la medicina, incluso la televisión, pueden ser tanto buenos como malos. Lo que si me hizo reflexionar es cómo la naturaleza del hombre nunca se sacia de bienes materiales o inmateriales, el hombre es insaciable... cuando tiene todas la riquezas del mundo quiere más aún, cuando tiene todo el amor que es posible obtener, necesita más. Tiene a muchas personas que lo admiran, desea obtener más admiración.

Un clarísimo ejemplo de esto está en el señor Presidente de los E.U.A. creo que ya todos lo conocemos demasiado bien. Mi última intención en este caso era hablar de política, pero es algo inevitable. El señor Bush (y no sólo él) quiere más. No le es suficiente con mandar aviones de guerra a países indefensos. A países que comparados con el suyo parecen simples casitas indefensas. No me cabe en la cabeza cómo es que volvió a reelegirse y ganar. Es cierto que "ayuda" a los países menos desarrollados, pero... ¿a qué precio? Ya tiene prácticamente un arsenal de países a su disposición que no se podrán zafar de su mandato.

Aunque esto no es novedad... el 6 de agosto se cumplieron 60 años desde el bombardeo de Hiroshima y Nagasaki. Creo y espero no equivocarme en afirmar que a todos nos indigna sobremanera este incidente. Niños, mujeres, hombres, ancianos... familias enteras... destruidas completamente por la ambición de unos cuantos. Es completamente inaceptable. Personas con sueños, esperanzas... todas destruídas de un sólo tirón. Luego... los efectos aún persisten.

A 60 años de aquel incidente horroroso, seguimos aquí, frente a la amenza de armas mucho peores que esa. No es justo que millones de personas inocentes mueran a causa de la desmesurada y enfermiza ambición de unos hombres...

"Si hubiera sabido esto, me habría dedicado a la relojería" Albert Einstein
-Después de enterarse de las bombas que destruyeron Japón-