La Última Estantería

Hoy estoy feliz.

Mi vida sigue siendo la misma de siempre, con la diferencia de que HOY estoy feliz.

No sé si mañana lo esté, pero hoy soy feliz y eso es lo que importa. He aprendido que la felicidad es una simple decisión, no una imposición o un privilegio. Hoy me he dado cuenta de que puedo sonreír y sentirme bien y ¿quién sabe? tal vez haga sentir mejor a alguien más. Hoy quiero dar a los demás lo poco o mucho que tengo. Sí, tengo problemas y tal vez siempre los tenga, no los mismos, pero estarán ahí.

Hoy he decidido ser feliz, tendré momentos de tristeza después: quizá mañana o en una hora, pero hoy estoy feliz.

Estoy feliz porque tengo amigos, familia, estoy feliz porque estoy viva y tengo sueños, porque aunque fracase en algo tengo la esperanza de ser mejor. Hoy estoy feliz proque lo vi sonreír... hoy estoy feliz porque sí. Porque puedo sonreír en la calle y tal vez la gente me voltee a ver y piense que estoy loca. Y estoy feliz porque sólo yo sabré el motivo de mi sonrisa.

Estoy feliz porque tengo amor. Amor a mi familia, a mis amigos, a mi perro, a esa persona que siempre me acompaña silenciosamente y sin saberlo en mi trayecto a casa. Estoy feliz porque a lo mejor no sea correspondida siempre que regale mi amor... o puede que sí. Y sé que aunque no me amen la vida seguirá.

He descubierto que quejarse todo el tiempo no es la mejor manera de hacer las cosas porque la mayoría de las veces no ayuda en nada y si amarga mucho. Creo que es mejor dar lo mejor se mí y tomar cada obligación como un reto más.

Estoy feliz porque no soy perfecta ¡Que triste sería serlo! porque ya no habría nada que mejorar y no tendría una motivación para despertarme cada día. Estoy feliz porque por primera vez en mucho tiempo me doy cuenta de que nada ni nadie me impide ser yo misma.

Puede que mañana o en algunos meses no crea que fui yo la que escribí estas palabras. Puede que no.

La vida es sólo eso: un mar de posibilidades y suposiciones.

Tal vez mañana no...